¿Qué pasó después de la fotografía? Ensayo

¿Qué pasó después de la fotografía?



¿Qué pasó después de la fotografía?: un cambio constante, dentro de sí misma, donde la tecnología, la convierte en partícipe de una “revolución digital”, que a Fred Ritchin, parece incomodarle. La tecnología, nos convierte en unique users masivos, en una realidad alterna, un mundo digital, que no es palpable, pero sí existente.
Fotografía, proveniente del griego, significa escribir o dibujar con luz. Ritchin, menciona que si la luz cambia, entonces también deberá cambiar lo que se escribe. Pero la realidad muestra, que no se cambia lo que se escribe, si no que se flexibiliza y se multiplica la manera en que se escribe, ¿con qué? con la fotografía digital. Su existencia, implica un cambio social y personal importante, donde al tener fácil acceso a celulares con cámara, computadoras, iPads, etc. la pregunta que Ritchin hace es ¿la fotografía aún requiere de un fotógrafo, incluso de una cámara?, es la pregunta indicada para nuestra época.

Ritchin, también pregunta ¿qué fungía como fotografía antes de la invención de la cámara?, para él, la respuesta es la memoria, pero no estoy tan convencida, porque hay cosas que el ojo humano, no puede ver, y por lo tanto no puede recordar, si no sentir e imaginar. Pero hablando de imagen, vuelvo a citar a Ritchin, que dijo "yo fotografío para ver cómo se ven las cosas cuando son fotografiadas", un ejemplo claro, es el galope de un caballo, que pone en duda, a la memoria, como único reemplazo a la fotografía, pues gracias a la cámara fotográfica, sabemos que un caballo galopa a cuatro patas en el aire. Entonces, para ver esto, no basta con la observación humana, si no con la pausa que hace una fotografía al ojo humano. Sí, se requiere de una cámara, pero, ¿es considerado un fotógrafo, alguien que tiene una cámara? ¿y lo que está en la cámara tiene que ser verídico, para que quién toma la fotografía, sea considerado un fotógrafo? Después de la fotografía, ¿es la credibilidad lo que te convierte en fotógrafo?, como podría asegurar el fotógrafo Griffith, que le teme a la era digital, porque piensa que la credibilidad de su trabajo está comprometida.
falso autoretrato Hombre Ahogado, Hippolyte Bayard
La credibilidad, no es una característica de la fotografía, aunque en el siglo XIX, imitaba a la pintura, lo que le daba cierta credibilidad, sobre lo que podemos ver. Pero las fotografías ya han sido montajes o actuaciones, según cuenta Ritchin, con el ejemplo del falso auto retrato como hombre ahogado, de Hippolyte Bayard, 1840.



Portada de Febrero de 1982

Estos montajes, son pioneros de la maleabilidad de la fotografía digital, que comenzó en febrero de 1982, con la portada de National Geographic, que fue la primer fotografía manipulada, que inició el proceso post fotográfico, o la post producción, para la cual hoy existen softwares, como por ejemplo, Photoshop, que transforman o inventan una fotografía, sin importar si es análoga o digital.

La fotografía análoga, puede ser mejorada, o corregida por algún error de escaneo o suciedad en el negativo, con los medios digitales y la postproducción. Estos medios permiten que la fotografía digital, se reproduzca fácilmente, donde se hace un copiado exacto de su código, permitiendo hacer copias infinitas, donde la originalidad queda nula, y la posibilidad de modificar la imagen también es múltiple. Pero con la fotografía análoga, continúa el riesgo de lo palpable, donde la copia, llega a ser diferente de la original. Aún así, la imagen en la actualidad, ya está hecha para ser transformada.
También, se transformó la realidad, con la era digital. Gracias a esta, la posibilidad de distribuir la obra, es sencilla, y puede crear obras derivadas a partir de ella, con la autorización del autor original, donde nace el copyright, y donde la fotografía digital, se vuelve inmediata, convirtiéndola en algo irreal, en una ficción que aparenta inmortalidad, o incluso poder, como cita Ritchin de Sontag "fotografiar es apropiarse del objeto fotografiado. Significa colocarse a sí mismo en una cierta relación con el mundo que parece generar el conocimiento y, por lo tanto, poder”. Un poder ilusorio sobre el universo, que nos da la posibilidad, de ver imágenes, que ni el fotógrafo más brillante del planeta podría obtener, como una imagen, tomada desde un satélite. En Google Earth, vemos paisajes, que de otra forma no veríamos, ni viajando en el mundo palpable, pero sí, viajando de forma digital. Gracias a estas fotografías satelitales, y a la tecnología que permite rebasar el límite del tiempo, el presente está configurado, por las imágenes del pasado, de la historia, y las imágenes del futuro, que pueden ser inventadas, con estos softwares, o con un montaje fantástico. Digamos que pasado y futuro, juegan en este canal, que se llama presente, donde la fotografía análoga, es el pasado, y la fotografía digital, es el futuro, o al menos, una representación de este.
Con este tipo de imágenes, se crean formas de manipulación en masa, para crear miedo o generar el consumo de algún producto. Como el ejemplo que Ritchin pone, sobre la "fotografía del futuro", que ha hecho Hollywood, de forma sensacionalista, para sembrar temor entre el público, o la fotografía documental, que muestra lo que ya ocurrió. Así, podemos conocer el pasado o inventar el futuro, a través de la fotografía. Para mí, este el punto para citar a Douglas Davis, que opina "es aquí donde reside el aura, no el objeto en sí. Si no, en la originalidad del momento en que miramos, escuchamos, leemos, repetimos revisamos". Esa originalidad, puesta en el momento presente, que pronto se traducirá a esa imagen, que lo convertirá en original, y posiblemente, inmortal. Para mí, esto es lo que te empuja a fotografiar algún suceso u objeto. Pero, ¿cómo hacerlo? El escultor Alberto Giacometti, decía tener una visión fotográfica, aún en ausencia de una cámara. Decía “mi visión del mundo era fotográfica, como imagino que lo es para casi todo el mundo, ¿no es así? Uno ve las cosas, siempre las mira, a través de una pantalla". Es esta visión fotográfica, lo que nos invita a seguir, aún después de la fotografía análoga, y continuar con la digital, a pesar de la poca responsabilidad con la que actualmente se producen imágenes, justo como dice Ritchin, con quien, en este sentido, estoy de acuerdo. Sin embargo, no coincido con el concepto de Ritchin sobre, que la tecnología o las camáras digitales, son “maquinas que ven, que miran y perciben por nosotros”, pues sin el ojo humano, la visión fotográfica no existe, y estas maquinas, como dice Ritchin, no tienen sentido de función. Por ejemplo, las fotografías que fueron tomadas con estas máquinas antiguas, es decir, las cámaras análogas, de postales turísticas que repiten clichés, pero que Pedro Meyer, puso a sus alumnos, el reto de fotografiar las mismas escenas, y que, obtenían resultados diferentes, ¿porqué? Por la visión fotográfica que tenemos, que es única del ser humano, y no de una maquina. A pesar de la era tecnológica, esa visión, es imposible de automatizar, como dijo Meiselas "La tecnología nos permite hacer muchas cosas, pero eso no significa que las hagamos", o eso no significa, que las haga por nosotros, o tome fotografías por nosotros.

Aunque, la era digital nos permite manipular imágenes, y así, manipular el mundo, no creo que la fotografía digital rompiera la relación entre la fotografía y la realidad para siempre. Porque la fotografía sigue existiendo, gracias a las múltiples realidades, y la visión fotográfica, propia de cada ser humano, que nunca podrá ser reducido por la sobre producción actual de imágenes.
Creo que después de la fotografía, hay otro después, porque sigue existiendo mundo y cambios personales y sociales para fotografiar, registrar, recordar o inventar, y eso seguirá pasando después de la fotografía análoga, digital, y la próxima a existir.


Vera Kimberley Ramírez Martínez



Bibliografía:
Ritchin, Fred. Después de la fotografía. México, Ve Ediciones, 2010 

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